JUGLARES TROVADORES

 JUGLARES Y TROVADORES


Entre los Siglos XI y XV en lo que llamamos Edad Media Baja la existencia de estos artistas predominantemente orales. Hay hechos centrales en esta época que debemos tener presente para entender el contexto: la Guerra de los Cien años, la Peste negra, el ataque de la iglesia a las desviaciones de su doctrina, no obstante se considera de gran prosperidad cultural en antítesis con la llamada Alta Edad Media o Edad Media temprana. La necesidad de expresar y comunicar de otra manera se hace urgente surgiendo allí los juglares, trouvers, minnesinger, trovadores y Dolcestilnovistas.

Surge en esta época el llamado Mester de Juglaría (Siglo XII), es decir el arte del juglar o trabajo del juglar si atendemos el significado del término mester; también se le llama de esta forma a la manera de hacer llegar la literatura. El juglar es el poeta nómada que va de pueblo en pueblo, de aldea en aldea, de castillo en castillo prefiriendo llegar en primavera y al final del verano.Divierten a gentes pobres así como a señores y vasallos. Son los primeros cronistas de la historia oral. Juglar proviene del término joculatore, del latín, relacionado con Jocus que significa juego. cantan o recitan,son cómicos ambulantes, actuaban a veces como bufones, viajan solos o en grupos pequeños. Sus orígenes son muy pobres. Algunos pocos componen pero en general el juglar recita lo realizado por otros. Su vida es peligrosa si se piensa ya que tiene poco auxilio y quedan a merced de pestes y guerras.

Los primeros juglares fueron aquellos que recitaban los Cantares de Gesta, poesía narrativa o biográfica, eran los llamados juglares épicos, pero con el tiempo se fueron transformando en juglares líricos,sobre todo a partir del Siglo XIII, 2ª mitad y principios del Siglo XIV. Eran mitad poetas y mitad saltimbanquis.Mezclaban la lírica y las gestas épicas. Había tres clases de juglares:unos eran libres e independientes,no servían a ningún señor y se los podía encontrar donde había fiesta,yendo de acá para allá, generalmente cantan o recitan aquello que los trovadores componen; otros formaban parte del ámbito cortesano y posteriormente fueron los bufones de las comedias del Siglo de Oro y por último están aquellos que acompañaban a ciertos trovadores principales.

Es imposible pensar en Literatura medieval entonces sin pensar en literatura épica. Hauser nos dice al respecto: “...La "épica popular" de la historia románica de la literatura no tenía primitivamente relación alguna con el pueblo. Las canciones encomiásticas y heroicas, de que proviene la epopeya, fueron la más pura poesía de clase que una casta de señores ha producida nunca. No eran ni compuestas por el pueblo ni por él cantadas ni difundidas, como tampoco estaban dedicadas al pueblo u orientadas, como tampoco estaban dedicadas al pueblo u orientadas según el modo de pensar popular. Eran pura y simplemente poesía artística y arte aristocrático. Trataban de los hechos y aventuras de una aristocracia guerrera, adulaban su afán de gloria, reflejaban su amor propio heroico y sus conceptos morales trágico-heroicos. Además no sólo se dirigían a esta aristocracia, único público concebible, sino que de ella misma salían, al menos al principio, los poetas. Los antiguos germanos tenían, desde luego, antes y aun en tiempos de esta poesía nobiliaria, una poesía comunitaria: fórmulas rituales, conjuros, adivinanzas, máximas, y una pequeña lírica social, es decir, canciones de danza y de trabajo, así como cantos corales que ejecutaban en los banquetes y ceremonias fúnebres. La canción encomiástica y heroica parece ser invención sólo de los tiempos de las invasiones…”

A su vez es bastante claro que el cantar de gesta, cantar de épica no hubiera sido posible sin la figura del juglar. Hauser reflexiona acerca del origen de esta figura: “...¿Quien era y qué era propiamente este juglar? ¿De dónde viene? ¿En qué se diferencia de sus antecesores?. Se ha dicho que es el cruce del cantor cortesano de la Alta Edad Media y del mimo de la Antigüedad. Desde la Antigüedad, el mimo nunca ha cesado de florecer. Cuando las últimas huellas de la cultura antigüa ya estaban borradas, todavía los herederos de los antiguos mimos seguían circulando por el territorio del Imperio y entretenían a las masas con su arte sin pretensiones, sin selección, sin literatura. En la Alta Edad Media los países germánicos están inundados de mimos. Pero hasta el siglo IX los poetas y cantores de las cortes se mantienen completamente separados de ellos. Sólo cuando, a consecuencia del renacimiento carolingio y de la influencia clerical de la generación siguiente, los poetas y cantores cortesanos pierden sus oyentes aristocráticos y encuentran en las clases inferiores la competencia de los mimos, tuvieron, en cierta medida, que convertirse en mimos ellos mismo para poder mantenerse en la rivalidad. Y así, ambos (cantor y comediante) se mueven en los mismos círculos, se mezclan e influyen mutuamente, hasta que pronto ya no se pudieron distinguir. Entonces no hay ya un mimo ni un skop, sólo hay el juglar. El poeta aristocrático especializado en canciones heroicas es sustituido ahora por el vulgar juglar, que ya no es sólo poeta y cantor, sino también músico y bailarín, dramaturgo y cómico, payaso y acróbata, prestidigitador y domador de osos. En un palabra, el bufón público y el maître de plaisir de la época(...)
Al juglar se le ha llamado "el periodista de la época", pero la verdad es que cultiva propiamente todos los géneros: la canción de danza como la de burlas, el cuento como el mimo, la leyenda de santos como la epopeya. Esta adquiere rasgos completamente nuevos en tal vecindad. En ciertos pasajes adquiere un carácter patético y efectista, al que era completamente ajeno el antiguo canto épico. Ya no es el tono bronco, de sublime patetismo, trágico-heroico, de la Canción de Hildebrando lo que persigue el juglar. Pretende más bien entretener con la epopeya, y busca la expresión violenta, el efecto final, la agudeza. Comparada con los monumentos de la poesía heroica anterior, la Canción de Rolando revela en cada momento este gusto juglaresco más popular y tendente a lo picante.…”

No eran siempre bien considerados menos por la Iglesia ya que su literatura poco tenían que ver con el mensaje litúrgico. Sin embargo hubo también algunos clérigos menores que llevaron adelante vida de juglares aunque un poco más sofisticados. Los juglares de Gesta sí eran aceptados por la iglesia ya que mostraban una forma de vida y valores que esta quería enseñar. Había una doble función deleitar e instruir. A este tipo de juglares más cultos,más cuidadosos de la forma se denominan bajo el rótulo de Mester de Clerecía.

En definitiva el Mester u oficio de juglaría es el que realiza el juglar, sobre todo entre los Siglos Xi y XII, transmiten mitos y leyendas populares,mientras que el Mester de Clerecía es el oficio de los clérigos, que puede ser sinónimo de hombre letrado que ha tenido formación de tipo latino eclesiástica. Estos últimos utilizan la retórica para llevar adelante elementos didácticos. Los primeros testimonios en Castilla en el Siglo XIII de este tipo de Mester de Clerecía los encontramos en el Libro de Alexandre y el Libro de Apolonio. Los principales representantes son los poemas del clérigo de Berceo y el Libro de Alexandre y de Apolonio toman sus temas de la Antigüedad.

El concepto de cortesía es esencial llegados a este punto. La cortesía es una virtud que engloba muchas otras virtudes: la humildad ( fundamental), la piedad, la generosidad y la bondad, es decir: implica una nobleza interior. Pero sin dudarlo el gran tema de la poesía en la Edad Media fue el amor.

Michel Zink ha dicho que “El amor es, a sus ojos, el todo de la vida y del ser”. El “arte de amar” con el que se suele definir su poesía parte del título de un poema de Ovidio. Por su literatura la Edad Media amó tremendamente a Ovidio. Se ha llegado a decir que el Siglo XII inventó el amor: ideó una relación nueva, íntima y particular del amor y la poesía. Ovidio en su ARTE DE AMAR, en las METAMORFOSIS, en las HEROIDAS, ya que encuentra primero imitadores directos en la poesía latina de la Edad Media, en particular durante lo que se ha denominado precisamente “época ovidiana”, y que abarca la segunda mitad del Siglo XI y el Siglo XII. El lugar común de que el amor no tiene que ver con la condición social o la riqueza, es atribuido de manera explícita a Ovidio por Arnaut de Mareuil:


Mas Ovidis retrais
Qu´entre´Ls corals amadors
no paratgeia ricors

(Pero Ovidio afirma que entre los amantes sinceros el rango no tiene importancia, se aleja de los trovadores se acerca a los doncestilnovistas)

Su arte no es el producto de una realidad social o práctica social, sino una creación de la poesía, una reflexión poética sobre el amor y del amor: un reflejo del amor en la poesía.

El trouvers ven a la mujer como una señora feudal y lo manifiestan. Emplean el elemento caballeresco y lo fusiona con el canto a la dama. Emplea el arte de ganar batallas para conquistar y enamorar a la dama. La fuerza del brazo ligada a la fuerza del canto y el poema.

El Minnesinger surge en lo que hoy es Alemania. Retoman temas que serán propios de la literatura trovadoresca provenzal pero se acercan más al Dolce Stil Novo. El Amor no se asocia con un servicio como puede ser en la imagen del trovador. Predomina el elemento sentimental y los valores. El Minnesinger se aleja de la imagen de la dama feudal. Utiliza para cantarle a la señora seudónimos pero el feudal no es ajeno a la relación que tiene con su dama. Le cantaron al amor carnal, a la pasión amorosa.

Los Minessingers podían distinguir en varios grupos: el “entendedor” exige una recompensa, una sonrisa, un beso por parte de la dama; el fenhedor, no se anima a explicitar sus sentimientos directamente así que se vale de la literatura un poco más rebuscada por momentos; el pregador, canta pero no exige nada a cambio de su dama y por último el drutz quien reconoce el amor más vil y desea el disfrute del juego amoroso y el encuentro más de tipo carnal.

Los trovadores fueron mayormente de la nobleza y la alta burguesía y pudieron haber tomado su arte de los juglares medievales pero con importantes diferencias. Nació en Provenza durante el Siglo XI. Trovar viene de inventar de crear. Componían canciones del amor, las pasiones y también sobre propaganda política. Sabían componer letra y música. Son artistas en un sentido más profundo. No se les llamaba poeta, ya que poeta era aquel que escribía poesía en latín,eran trovadores y componían en lengua romance. También viajaban y también fueron transmisores de noticias.

La poesía trovadoresca es un resultado evidente del llamado espíritu occitano. El mismo está fuertemente influenciado por los árabes: elegantes al vestir finas sedas y adornos. Ellos fueron los que sabían narrar bellamente exquisitas fábulas y catar poesías eróticas. Este espíritu nace de la evidente mezcla de razas . Demuestra una rapidez intelectual, indiferencia ante las conquistas de las masas y permeabilidad a todo aporte exterior, por tanto una gran tolerancia estéticamente hablando.

La lengua provenzal en el siglo XI llamada también lengua OC es el soporte lingüístico para la lengua empleada por el trovador. Así el antiguo latín vulgar se vio enriquecido con sustratos celtas, griegos, fenicios y seguirá enriqueciéndose al paso de los árabes, castellanos, aragoneses, catalanes y como no, de los franceses. La lengua de los trovadores no es puramente culta, aglutina toda esta cultura antigua con la lengua hablada en las ciudades. Por eso se dice que la literatura provenzal es tan aristocrática como popular.


Proponían un arte de amar que llamaban FIN’ AMOR, amor afinado, perfecto, depurado, un amor cortés.
Existieron alrededor de 350 trovadores de diversa procedencia social,desde Guillermo de Poitiers,duque de Aquitania, quien es el primer gran trovador conocido perteneciente a la nobleza, el Papa Clemente IV, Ricardo Corazón de León, hasta llegar a otros trovadores famosos de procedencia humilde como es el caso de Marcabrú quien comenzó como juglar. Hubo pocos casos de trovadores mujeres, las mismas siempre debían pertenecer a la nobleza y a menudo acompañaban sus poemas con una flauta. Destacaremos a la Condesa Beatriz de Día, esposa de Guillermo de Poitiers.

Guillermo IX vivió entre el 1701 y el 1126, fue el noveno duque de Aquitania y el séptimo conde de Poitiers, de tono burlón y a veces grosero, revela el tono imitativo de los primeros trovadores a los juglares. Tuvo un trato vil hacia las mujeres en algunos de sus textos, así como también amores escandalosos. Fue excomulgado por el Papa. Once de sus canciones han sobrevivido y muchos refieren en forma de crítica a sus compañeros. En algunos de sus textos hay una fuerte comicidad. Su literatura fue muy subida de tono, pero en algunos se celebra un amor delicado, ardiente pero también reservado y ansioso.

Prefieren un público noble aunque muchas veces deben conformarse con variar a sus espectadores. A finales del Siglo XII, algunos trovadores, que serán muy admirados sin hacer verdaderamente escuela, llevan estos efectos hasta la búsqueda de la oscuridad: es el TROVAR CLUS, cuando el canto se dirige a la dama con implícitos, con metáforas, haciendo la decodificación más compleja, la poesía cerrada, a la que se opone el TROVAR LEU, la poesía ligera, de estilo llano, sencillo donde no se busca la retórica.

A sus textos se les llamaba CANSÓ o canción y su temática es esencialmente amorosa,en esta forma de amor “adúltera”, relativamente platónica.Para cantarla emplea un seudónimo llamado Singhal. Los trovadores componen también el SIRVENTÉS, de temática más diversa generalmente política. El sirventés va dirigido a la corte. Es de carácter informativo y persuade sobre un hecho determinado. Puede estar dirigido a una persona, a esta forma se le denomina “sirventés personal”, a otro juglar o trovador, “sirventés literario” o hacia temas de costumbre, “sirventés moral”. Estaba conformado por 5 y 7 coplas y 1 tornada. En ellos podía verse cierta tendencia a mostrar circunstancias satíricas. No tocan el tema amoroso. Sentimientos como la ira, la reprensión, el ataque personal, la polémica literaria y el discurso moralizador podían formar el tema de un sirventés.

La CANSÓ como forma por excelencia del arte trovador comprendía una alta dignidad de lenguaje, sutileza de expresión y melodía original. Los sentimiento que expresaba eran sumamente subjetivos. El amor que expresaba entre el hombre y la mujer eran un reflejo del amor entre vasallo y señor feudal. Empleaba una terminología propia de la sociedad feudal. la DOMNA/ domina es la lleva adelante el deseo de cantar y es a la MIDONS a quien se canta. Servir para el trovador es servir a la dama reproduciéndose la relación jurídica de servicio al feudal. El amor de la cansó es adúltero pero las damas casadas aceptan este homenaje. Hay en ellas una voluntad sensual.

Eran hombres instruidos en casi todos los casos. Italianos, catalanes, trovadores franceses componen poemas de amor en la lengua OC, la mejor adaptada dirá Dante, a la poesía amorosa, prefiriéndola a su propia lengua. Los trovadores inspiran a partir de la segunda mitad del Siglo XII a los troveros en la lengua OÏL y después a los Minnesingers o Minnesänger _ cantores de amor_ alemanes. Pronto el amor nacido de su poesía coloreará la trama de los ROMANS, las gestas. Pues el amor, tal como lo conocerá la civilización de Occidente, nace de su poesía. El amor y la poesía están indisolublemente ligados. Cuando a principios del Siglo XIV, el CONSISTORIO DE LA GAYA CIENCIA de Toulouse quiere hacer renacer el arte de los trovadores, sus miembros piden a Guilhem Molinier que codifique sus reglas en un tratado de gramática y versificación. Ese tratado lleva el título de LEYS D´AMORS, “Leyes de amor”.

Los trovadores que después de Guillermo IX aparecen en tan gran número desde la primera mitad el Siglo XII en todo el mediodía de la francia actual, y luego más allá de los Alpes y los Pirineos, tienen la sensación de que el amor es por naturaleza paradójico y contradictorio. El amor es el deseo y el deseo busca su satisfacción, pero, una vez satisfecho, muere. La naturaleza del deseo es desear su muerte. Es- por esencia y no por accidente: alegría y sufrimiento, angustia y exaltación: JOI.Se caracteriza por una sumisión sin restricciones a la voluntad de la mujer amada, la dama, la DOMNA-DOMINA, la dueña, la soberana de la que el amante se quiere vasallo, aquella que los trovadores llaman, en masculino, MI DONS, mi señor. Pero al igual que este amor es inicialmente un producto de la poesía, sus consecuencias afectan antes que nada a la naturaleza de la poesía. Paradójica es, en efecto, pues se entrega a un impulso, sin salida. La “amiga” a quien dedican sus textos es muchas veces quien le provee protección.

Su poesía se define como canto, y lo es literalmente, puesto que es en sentido propio poesía lírica, cantada, su forma más acabada se define técnicamente por el término cansó, es decir: canción, “canto porque amo” grita el trovador. El poeta, el trovador poeta, canta porque ama, ama a menudo con un amor desdichado, y sobre todo ama necesariamente con amor insatisfecho, puesto que la insatisfacción es la esencia del deseo. El amor que siento por ella me llena de alegría, dice el poeta, aún cuando ella no me ame.

Todas las canciones de los trovadores - hasta que tal proceder pasa de moda- comienzan con una evocación del renacer de la primavera, o a veces, a la inversa, de la naturaleza otoñal o invernal. Ved, dice , cómo el amor me llena la naturaleza entera “cuando el ruiseñor en la enramada entrega amor, pide amor, recibe amor, cómo lanza su canto de gozo y alegría, cómo mira sin cesar a su compañera, qué claros son los arroyos y qué hermosos los prados”. Pero la alegría es ilusoria, prosigue en otra parte el mismo poeta según explica Jaufré Rudel.

Bernant de Ventadorn tras haber evocado a la alondra que, en un rayo de sol, desfallece y se deja caer al suelo_ imagen de la muerte amorosa_ grita “los celos por el goce del prójimo que invaden su corazón” y se asombra de que el corazón “no se funda de deseo”.

Un lenguaje entrecortado, que cultiva el hiato, los monosílabos ahogados entre racimos de consonantes. Una métrica infinitamente compleja, en la que el virtuosismo de las rimas se construye a veces a expensas de la eufonía y halaga a la inteligencia, más que al oído.

El arte de los trovadores se traslada luego a la zona italiana llegando con sus variantes a crear lo que llamamos DOLCE STIL NOVO, el mismo se desarrollará con fuerza en la, hoy Italia (primero en Sicilia y luego en la Toscana) en el Siglo XIII.
Es importante tener en cuenta que esta forma de amor cortés es una forma de trasladar el lazo vasallático a la poesía, a la literatura y por eso es tan importante la presencia de estos personajes en la Edad Media justamente.

El amor es, a los ojos del hombre medieval, el todo de la vida y el ser. Se ha llegado a decir incluso que la Edad media reinventó el amor, generando una relación nueva, íntima y particular del amor y la poesía. El amor pues, no es el producto de una realidad social o práctica social, sino una creación de la poesía, una reflexión poética sobre el amor y del amor: un reflejo del amor en la poesía.

La poesía de los trovadores, trouveres o minnesinger ha llegado hasta nosotros gracias a los cancioneros, antologías poéticas recogidas entre los Siglos XIV y XV. Los cancioneros provenzales, es decir: los cancioneros de los trovadores, tienen la particularidad de copiar, junto a las distintas composiciones, breves textos en prosa en los que se cuenta la biografía más o menos novelesca del trovador en cuestión (VIDA) o en los que se explican los motivos que impulsan al autor a componer una obra determinada (RAZO).

Salvo escasas excepciones el contenido suele condicionar el género, por lo general, se suele considerar que las composiciones de carácter amoroso son CANSÓS (canciones), como ya dijimos, mientras que las de contenido satírico o moral eran las llamadas SIRVENTÉS, aunque naturalmente hay numerosos casos en que la división no se puede aplicar.

La cansó contaba con una estructura de cinco a ocho estrofas de un número variable de versos ( alrededor de ocho), en ellas las ideas debían desarrollarse poco a poco y con orden. Tiene música propia.

https://www.francisco-serrano.com/translation/trovadores.pdf

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