VIRGILIO: CONTEXTO HISTÓRICO Y LITERARIO
Contexto histórico de Virgilio
El gobierno de Julio César al imperio de Augusto
La primera vez que vemos la importancia de Julio César en el poder de Roma será en el 60 a.C, cuando el Senado romano, desconfiando del poder que estaba ganando el General Pompeyo en Roma, indujeron a éste a firmar un pacto político con los dirigentes del partido Popular, Julio César y Licino Craso. La alianza política entre estos tres hombres tenía como objetivo la conquista del poder. Pompeyo creyó poder obtenerlo pero fue Julio César quien lo logró.
Julio César pertenecía a la nobleza romana por su familia y al partido Popular por sus ideas. En su gestión pública se reveló como habilísimo estadista, el más brillante militar de su época, orador elocuente y dominado por una tremenda ambición.
La primera consecuencia de la alianza política fue la elección de Julio César como cónsul para el año 59 a.C. y luego su nombramiento como procónsul de la gala romana (58 a.C.) con mando sobre el ejército.
Manifestando un talento militar excepcional, Julio César realizó en pocos años la conquista del territorio Galo (Francia, Suiza, Bélgica, Holanda y Alemania Occidental). Estableció las fronteras romanas sobre el Rin y realizó dos campañas contra Gran Bretaña. Con estos triunfos Julio César fue el hombre más poderoso y popular de Roma.
Sin embargo, el amplio prestigio de Julio César alarmó al Senado y a Pompeyo quienes se unieron para combatirlo. Muchos miembros de la nobleza junto a miembros del Senado se confabularon para asesinarlo. En el mes de mayo del 44 a.C. el dictador perpetuo fue muerto a puñaladas en el recinto del Senado.
El asesinato de Julio César, no obstante, no salvó a la república. A la muerte del dictador el poder fue tomado por dos de sus lugartenientes: Marco Antonio y Marco Emilio Lépido y por un sobrino de Julio César llamado Octavio. Estos tres hombres organizaron una nueva magistratura llamada triunvirato, derrotaron las fuerzas partidarias del Senado de Gracia (43 a.C.) y se repartieron el gobierno de las provincias. Algunos años después Lépido abandonó sus funciones y Marco Antonio y Octavio lucharon por el poder. El triunfo correspondió a Octavio quien venció a su rival en la batalla de Accio en el mar Jónico (31 a.C.). de esta manera comenzó la organización del Imperio.
Después del triunfo militar Octavio pasó a crear un nuevo régimen conocido como Imperio. Continuando la línea política de Julio César, respetó las formas de organización republicanas pero reunió en su persona las magistraturas fundamentales con las que pudo actuar como soberano absoluto.
Sus títulos oficiales fueron los de Augusto ( o sacrosanto), Imperator (jefe permanente del ejército) y Príncipe (primer ciudadano del Senado) .
Para gobernar en paz el inmenso imperio romano, Augusto realizó una tremenda labor de reorganización y recuperación nacional. Comenzó por ocuparse de la administración del Estado aumentando la importancia del Senado, disminuido en la época de las Guerras civiles, y reorganizando las provincias. E preocupó además en el aspecto social, de fomentar el respeto por la familia y por las antiguas ideas religiosas. En estos momentos tuvo lugar el nacimiento de Jesús de Nazareth, cuya purísima doctrina moral influyó sensiblemente en la evolución del hombre y originó una nueva religión llamada Cristianismo.
En el orden militar Augusto terminó con la tendencia de realizar grandes conquistas y pasó a organizar la defensa del territorio imperial contra posibles ataques del exterior. Para ello constituyó un ejército profesional con la participación de las poblaciones provinciales.
El gobierno de Augusto (31 a.C. – 14 d.C.) se caracterizó por el orden administrativo, la prosperidad económica y el establecimiento de un periodo de paz general, de unidad Roma con las provincias, que se conoció con el nombre de PAX ROMANA o Pax Augusta. Este periodo que se extendió durante los dos primeros siglos del imperio, sufrió varias perturbaciones políticas y militares que fueron de corta duración y no afectaron a la totalidad del mundo romano.
Civilización romana
Los elementos esenciales de la cultura romana provinieron de los etruscos y los griegos que se adecuaron a la manera de ser y de sentir de la población latina.
La lengua del imperio fue el latín, lengua surgida entre los habitantes del Lacio y que se entendería a todo el imperio. No obstante en el Oriente del imperio el griego perduró debido a una amplia producción literaria lo que hizo del mundo romano una cultura bilingüe. El latín era entonces la lengua oficial y el griego perduró como lengua culta.
La religión romana al igual que la griega era politeísta, antropomórfica y no poseyó un contenido moral y ético importante. Pero los romanos le dieron un carácter contractual: el fiel ofrecía afrendas a su dios, en la creencia de que éste, a cambio, le proporcionaría ciertas ventajas.
La relación que mantuvieron con los griegos hizo que los romanos asimilaran sus dioses a los helénicos: Júpiter es Zeus, Juno como Hera, Marte con Ares, Neptuno con Poseidón, Venus con Afrodita, Minerva con Atenea.
La ceremonia del culto consistía en ofrendas, plegarias, fiestas y juegos realizados en honor a los dioses.
Los sacerdotes dirigían el culto público y se organizaban en colegios con funciones particulares. Además había ceremonias familiares privadas destinadas a honrar a los espíritus de los antepasados (Manas) a los dioses del hogar (Lares) y a su abastecimiento (Penates).
Posiblemente el legado más importante de la cultura romana es el conjunto de leyes que elaboró para regular las relaciones entre los hombres.
En un principio el Derecho romano se manifestó por normas basadas en la costumbre y transmitidas en forma oral. Al parecer, el primer texto legal escrito fue la Ley de las doce tablas (S V a.C.) que se grabó sobre chapas de bronce y se expuso sobre el foro de Roma.
La literatura romana
La literatura romana se inicia en latín y se extiende por ocho siglos, dividiéndose generalmente a efectos de su estudio en tres épocas: la republicana, la imperial y la peliocristiana.
ÉPOCA REPUBLICANA: ((Siglo lll a.c)), la literatura latina es básicamente imitación de los modelos helénicos.
ÉPOCA IMPERIAL: Entre la muerte de Julio Cesar ((44 a.c y el siglo lll d.c)), constituye la de mayor esplendor, debido a la extensión del imperio y el origen variado de los escritores.
ÉPOCA PALEOCRISTIANA: ((Siglo lll d.c)), llena a la literatura de motivos y contenidos religiosos por el auge del cristianismo.
Los orígenes de la literatura romana se pueden encontrar en los Cantos religiosos, por demás diversos y variados. Los romanos eran profundamente religiosos, esto llevó a Plibio, un historiador griego a decir aquella frase famosa “Los romanos son más religiosos que los propios dioses”.
Al término de la Primera Guerra Púnica en el 240 a.C. Roma se desarrolla el drama, inicialmente por un esclavo griego Livio Andrónico.
Destacan en esta época los “anales” poemas extensos atribuidos a Quinto Ennio. La comedia de Plauto, Terencio. La tragedia de Pacuvio. La sátira de Lucilio. Catón se destaca en la prosa con dos textos “De agricultura” y “De los orígenes”.
La época dorada de la literatura romana se vivió en el siglo I a.C, y particularmente en la convulsa etapa de las guerras civiles y la instauración del Imperio bajo Augusto. En esa etapa coincidieron Virgilio, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas; Ovidio, que escribió Las Metamorfosis; Séneca, uno de los mayores filósofos de Roma; Horacio, Marcial,Juvenal y algunos otros. Algo posterior es Plinio el Joven, cuyo legado científico y naturalista fue comparable a su calidad literaria. Más adelante es obligada la referencia a Suetonio, autor de “Las vidas de los doce césares”, una obra capital para los historiadores de los inicios del Imperio Romano
La última etapa de la Literatura romana es la influenciada por la religión cristiana. Allí encontramos a los Apologistas: Tertuiliano (“El apologético), Minucio Féliz (“Octavio”, San Cipriano (“De la unidad de la Iglesia Católica”. Destacan también los llamados Padres de la Iglesia: San Hilaro, San Jerónimo, San Agustón (“Las confesiones”, “La ciudad Dios"), Prudencio y San Paulino de Nola.
Las características de la Literatura romana pueden organizarse en tres ítems relativamente acordados por la crítica literaria. Es evidente en su forma y motivos la influencia griega, pero no por ello podemos decir que no poseyeron una literatura original.
Los temas básicamente son los hechos bélicos, el tema amoroso, las costumbres y la naturaleza. Desarrollaron ampliamente la sátira, destacándose en este aspecto.
Los tópicos de su literatura, al menos los más destacables son: el Carpe Diem (vivir el presente), el Beatus Ille (idealización a la naturaleza campestre, a la que se ve como refugio y modelo de exaltación) y el Odi Profanum Vulgum ( idea de que la masa iletrada espoco apta para comprender la poesía).
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