HÉROE: Conceptos

El héroe en la literatura La palabra héroe proviene del término griego héros que se empleaba para hacer referencia a aquellos personajes singulares, superiores a los hombres tanto física como moralmente. Para los griegos los héroes tenían un sentido de semidiós, y reunían las más altas virtudes que se conocen bajo el término areté. Tanto el héroe clásico como el héroe medieval es un modelo de valores que la sociedad entiende como positivos. Ningún héroe se define en soledad, sino por su relación con la sociedad en la que está inserto. Esto se debe a que, el héroe encarna las virtudes a las que los hombres aspiran en cada momento de la historia. Dado esto es un modelo a seguir. El héroe es el arquetipo de excelencia, el modelo de colectividad, honrado por el público en general. Se distinguen por sus acciones extraordinarias, también por su grandiosa manera de vida como aventura o desafío, dispuesto siempre a mejorar el mundo que lo rodea. Lo caracterizan: el duro combate, la inteligencia superior, la numerosas pruebas que debe atravesar; muchas veces también, el hecho de que no sean claros sus orígenes. El héroe es el que lucha contra las injusticias, aquel que es capaz de enfrentar hasta lo más impensado con tal de poner remedio a algún mal, ya sea material o moral. En la literatura épica española (por ejemplo, pensemos en Mio Cid, del “Cantar de Mio Cid”) el héroe es más humano que en la literatura caballeresca (libros de caballería). Otro rasgo importante del héroe español del medioevo es su profundo sentimiento cristiano. El héroe de las novelas de caballería, sin embargo, está lleno de virtudes, ideales y calores que lo alejan del hombre común. El héroe posee un código de valores, es decir, un conjunto de virtudes que le permiten llegar a ser un modelo de conducta para el pueblo que lo rodea. Ganan batallas, son muchas veces competitivos y se enfrentan a sus enemigos, satisfaciendo el “yo” del héroe y su fuerza física. Otro conjunto de valores fundamentales en la imagen del héroe son aquellos valores cooperativos: demuestra sentimientos de bondad, solidaridad, amor por el que lo necesita; estos dones son enriquecedores de su espíritu. Los héroes se mueven y actúan con un fuerte carácter ético, buscando siempre la justicia social y el ser solidarios. Muchas veces, sin embargo, no miden las consecuencias de sus acciones, originándose la trasgresión, es decir: rompen las leyes impuestas llegando a pasar el límite de lo prohibido. Los griegos le llamaban a este exceso del héroe: Hibrys. Muchas veces la trasgresión se debe a la búsqueda de sueños a alcanzar, de fines que se le presentan como inaccesibles. Es siempre el centro de la obra en la cual aparecen, el eje sobre el cual se estructura la acción, le da vida y movimiento. En muchas obras la búsqueda del equilibrio sin frenos, de los valores más altos d justicia e igualdad, lo llevan a una muerte trágica, ya sea por suicidio o asesinato. Otro de los elementos constitutivos de la imagen del héroe es la búsqueda de ser inmortales a través de la fama, el ser recordados por sus hazañas. Se han dado algunas características generales que se asocian a la imagen del héroe, sin embargo, debemos recordar que cada modelo heroico está atado a un tiempo y momento determinado, y que, puede variar de una época histórica y cultural a otra.

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