CRISTIANISMO
ANTIGÜEDAD
146 Roma conquista Macedonia IMPERIO ROMANO
63 Roma conquista Palestina
Año primero Nacimiento de Jesucristo.
Gobierno en Roma de Tiberio
33 Muerte y Resurrección de Jesucristo.
64 Diáspora y predicación del Cristianismo. Fuerza entre las clases bajas
150 Inicio de las persecuciones
306 Fin de las persecuciones
313 Edicto de tolerancia de Constantino
325 Disputa con el Arrianismo
381 Catolicidad del Imperio romano
401 SIGLO QUINTO. EDAD MEDIA
El triunfo del Cristianismo
En el siglo I se establece el Imperio romano, y a partir del siglo I d.C. comienza a gestarse en las clases bajas de la sociedad romana el Cristianismo.
El Cristianismo nace en pleno mundo politeísta, y es debido a ello, y a que se negaban a rendir homenaje a los emperadores y adorar a los dioses del Imperio, que fueron perseguidos y castigados de las formas más brutales. Entre los emperadores que destacó por su violencia hacia los cristianos se encuentra Galerio, brutal y salvaje empleó toda su no común energía en perseguir a los confesores de Cristo.
Por el número imponente de mártires que aparecen en distintas regiones, y por el rigor de las medidas tomadas contra templos y el culto, el sacerdocio y los fieles, la persecución de Dioclesiano bien merece el dictado de “gran persecución” con que ha pasado a la historia.
Para el final de las persecuciones es importante atender al emperador Constantino. Éste venció a Majencio, su oponente para obtener el poder del imperio de Occidente, venciéndolo a las puertas de Roma (año 312). Es innegable que ya en este día, Constantino atribuyó su victoria a la protección que le había dispensado el dios de los cristianos. Después explicó cómo, durante su marcha contra Majencio, había visto en el cielo, encima del sol, una cruz resplandeciente con la inscripción: “con esto vencerás”. Es evidente que Constantino contaba tener a su favor al dios de los cristianos.
El año 313, junto a Licino (representando a Oriente) proclaman el famoso edicto donde se manifiesta la “libertad de culto” en el imperio.
La figura de Cristo como centro del culto cristiano
Es innegable que el Nuevo Testamento es el libro máximo de la Biblia en lo que respecta a las enseñanzas propias de esta religión, si bien aceptan el Antiguo testamento también, la figura de Jesús se centra en el libro de la Nueva Alianza.
La existencia de Jesús como profeta es histórica y comprobable. Existen algunas fuentes que dan cuenta de ello, entre ellas:
Testimonios paganos: Tácito en sus “Anales” dice que Nerón para desvirtuar la acusación de que él había sido el responsable del incendio de Roma, acusó a los “que el vulgo llamaba cristianos. El nombre les venís de Cristo, que bajo Tiberio fue librado al suplicio por el procurador Poncio Pilato”.
Testimonios judíos: Josefo (nace en el año 37 y muere a fin de siglo) escribió en “Antigüedades judías” donde se lee el pasaje que a continuación transcribimos: “En aquellos tiempos vivía un hombre, Jesús, hombre sabio, si es permitido llamarle un hombre, hizo obras maravillosas y enseñó a los hombres que recibieron con alegría la verdad. Arrastró muchos judíos y bastantes griegos. Él era el Mesías”. Los elementos subrayados son frases que un judío no habría escrito, evidentemente estamos frente a falsificaciones.
El nombre de Jesús
Jesús nazareno es uno de los nombres con el que generalmente se le designa. Una explicación es que nazareno signifique nacido en Nazareth (pequeña localidad de Galilea). Sin embargo no es la única. De acuerdo a Mateo II, 23 existía una profecía que indicaba que el Mesías “será llamado nazareno”. Por otro lado hay quienes afirmar que nazareno vendría de “nazir” que quiere decir “Santo de Dios” y que se atribuía a personas con vida ascética.
El lugar de nacimiento y la familia de Jesús
Existe discusión sobre el lugar de nacimiento, ya que mientras que Maros no pone en duda que Jesús es nativo de Nazareth, Mateo y Lucas sostienen que nació en Bethlehem (Belén).
Lo mismo ocurre con su fecha de nacimiento, quien estableció el 25 de diciembre como natalidad de Jesús fue Tertuliano en el siglo III. Se aceptó el 25 de diciembre como fecha en virtud de que fue crucificado un 25 de marzo y al ser Dios, de acuerdo a las ideas de la época sobre el valor mágico de los números, su vida tuvo que cumplirse en un ciclo perfecto y haber sido engendrado por el Espíritu Santo un 25 de marzo.
Los milagros que el mito le atribuye a la figura de Jesús, hicieron de él, el personaje protagonista por excelencia, no solo del Nuevo Testamento, sino también del mundo cristiano medieval.
El hombre cristiano
Recién en la Edad Media el Cristianismo alcanza su verdadera dimensión universal, y se transforma en lo que conocemos como cristiandad.
El hombre cristiano es un ser conflictual por excelencia, el primero que vive la existencia humana como un conflicto trágico y radical entre la vida y la muerte, entre lo sobrenatural y lo natural, entre el alma y el cuerpo, entre la culpa y la inocencia, entre el abismo del ser y el abismo de la nada.
El estado natural del hombre es el pecado que consiste en alterar el orden natural y jerárquico establecido por Dios. La única forma de salir del pecado es a través del amor, por el cual el creador padeció la culpabilidad de su criatura hasta llegar a la crucifixión. San Pablo dijo: “Yo con el alma sirvo a la ley de Dios, y con la carne a la ley del pecado”. Por culpa del hombre, la naturaleza, obra de Dios, se interpone entre la divinidad y el ser humano.
El hombre cristiano en la Edad Media vive en la conciencia de que existen dos tiempos: el terrenal: finito, engañoso, tentador y el eterno, al cual el hombre aspira: infinito, perfecto, inevitable.
La suerte del hombre de acceder a la máxima felicidad eterna dependerá de su vida terrenal.
Se incita al hombre a tener cuidado de los bienes engañosos, que distraen la moral y permiten el descuido del espíritu.
La ley cristiana se define por el AGAPE, el amor movido por la fe. Una fe, que no es la PISTIS griega, sino una fe moral, una fuerza moral que es superior al conocimiento griego (episteme); un “agape” que es lo central en la vida del cristiano.
El Dios del Nuevo Testamento no es tan vengativo y temerario como el dios hebreo que se basa en el respeto a la ley incondicional, la leví; la ley del dios del Nuevo testamento es una ley basada en la posibilidad de salvación y de retribución eternas, pero no en vida terrena, es una promesa para la vida eterna, incorpórea.
El Nuevo Testamento
La palabra testamento viene de testamentum, palabra con la cual los escritores eclesiásticos latinos traducían el griego diatheke. Con los autores profanos este último término siempre significa, excepto quizás un pasaje de Aristófanes, la disposición legal de sus bienes que hace una persona para después de su muerte. Sin embargo, en tiempos primitivos, los traductores alejandrinos de la Escritura, conocidos como los Setenta, empleaban la palabra como equivalente del hebreo berith, la cual significa un pacto, una alianza, más específicamente la alianza de Yahveh con Israel. En San Pablo(1 Cor. 11,25) Jesucristo usa las palabras “nuevo testamento” con el significado de alianza establecida por Él mismo entre Dios y el mundo, y ésta es llamada “nueva” como opuesta a aquella en que Moisés era el mediador. Más tarde, el nombre de testamento se le dio a la colección de textos sagrados que contenían la historia y la doctrina de las dos alianzas, aquí de nuevo y por la misma razón nos hallamos con la distinción entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Con este significado la expresión Antiguo Testamento (he palaia diatheke) se halla por primera vez en San Melitón de Sardes, hacia el año 170. Hay razones para pensar que en esa fecha la correspondiente palabra “testamentum” ya se usaba entre los latinos. De cualquier modo era común en tiempos de Tertuliano.
El Nuevo Testamento, según lo aceptan las Iglesias cristianas, se compone de veintisiete libros diferentes atribuidos a ocho autores diferentes, seis de los cuales se cuentan entre los apóstoles (Mateo, Juan, Pablo, Santiago, Pedro, Judas) y dos entre sus discípulos inmediatos (Marcos, Lucas). Si consideramos sólo el contenido y forma literaria de estos escritos, pueden ser divididos en libros históricos (Evangelios y Hechos), libros didácticos (epístolas) y libro profético(Apocalipsis). Antes que se comenzara a usar el nombre del Nuevo Testamento, los escritores de la segunda parte del siglo II decían “Evangelio y escritos apostólicos” o simplemente “el Evangelio y el apóstol”, queriendo decir, el apóstol San Pablo. Los Evangelios se subdividen en dos grupos: aquéllos comúnmente llamados sinópticos (Mateo, Marcos, Lucas), porque sus narrativas son paralelas, y el cuarto Evangelio (el de San Juan), el cual hasta cierto punto completa a los primeros tres. Todos se relacionan con la vida y enseñanzas personales de Jesucristo.
Influencias griegas en el Nuevo Testamento
Se pueden ver en la concepción virginal de María. Los mitos sobre mujeres concebidas por un dios eran abundantes en la tradición helenística.
También se visualizan influencias en los sacrificios de los dioses por los hombres también son comunes en la tradición griega, del mismo modo, Jesús se sacrifica por los hombres.
Comentarios
Publicar un comentario